Jesús Gordillo: “Todos sabemos las reglas, y todos sabemos romperlas”

Marta Torres

Publicado el 2 de febrero de 2016; caduca en -3033 días

Escritor, músico de blues y colaborador radiofónico, así se presenta este escritor de Badajoz que ahora publica ‘Los agujeros de las termitas’ para Editorial Hermenaute. Su segunda obra como autor en solitario se sirve de la tradición de la novela negra para situar a unos personajes castigados por la vida en el terreno de lo conspirativo y lo ominoso. Antihéroes, peligrosos marchantes del mercado negro del arte, aprendices de gánster y nostálgicos del antiguo régimen son algunos de los ingredientes de una propuesta a medio camino entre el realismo sucio y el thriller de connotaciones esotéricas.

Dominas el lenguaje de la delincuencia, ¿dónde está el secreto? ¿Conociste a delincuentes reales?

Todos lo somos alguna vez, o al menos lo deseamos. Todos sabemos las reglas, y todos sabemos romperlas. Para dominar ese lenguaje, solo hay que estrangular a la vocecilla que te mantienen en el camino recto.

Aunque es cierto que mi infancia --España. Barrio obrero. Principios de los ochenta-- sirvió de ejercicio perfecto para familiarizarme con el asunto. Eran unos años en que los chicos nos manteníamos sobre la línea, demasiado fina, entre el gamberrismo y la delincuencia. Y claro que conocí a delincuentes. Algunos que ya lo eran, otros que lo fueron años después, y otros muchos sobre los que todavía albergo esperanza.

Explicaste en tu presentación que te documentaste para crear a los distintos personajes… El caso del viaje de Zuno es un buen ejemplo.

Cuando Zuno nació en mi cabeza, me entró miedo. La inmigración es un tema tan delicado que temí frivolizar. Eso no solo podría desvirtuar al personaje, sino quizá llegara a ofender a alguien.

Por suerte, tuve la ocasión de entrevistarme con un joven que había llegado a España en patera, con el interés añadido de pertenecer a una familia involucrada en el negocio de las pateras. Fue duro. Me desmoronó axiomas y me desbarató muchos mitos. Pero no fueron sus experiencias lo que más útil para modelar a Zuno, sino que fue su actitud. Fue increíble.

Decías que haces turismo por los bajos fondos, ¿hay diferencias entre ciudades? ¿Qué has descubierto?

No he tenido ocasión de profundizar tanto como me gustaría, pero sí he sacado una conclusión es que, la delincuencia, al igual que el resto de las cosas, es consecuencia inevitable de la civilización. Cuanto más civilizado es país, más evolucionados son los bajos fondos.

En el caso de Barcelona el dominio es notable, creí que vivías en la ciudad…

En el caso de Barcelona, fue amor a primera vista. Es un ciudad fantástica, donde cada rincón es una historia. Tan solo he tenido ocasión de visitarla en un par de ocasiones, pero en pocas ciudades puedes encontrar el mejor de los peores fondos, solo girando una esquina desde la mejor avenida de tiendas. Me fascina.

Cuando le preguntas por el título de su novela explica que “Me hace pensar en polvo, y en cosas viejas. Me hace pensar en secretos, y algo roto sin remedio. Me hace pensar en España, y en lo que supuso la guerra.”

¿De dónde viene el título? Me sugiere los agujeros, los puntos oscuros, que quedan en el pasado…

Puntos oscuros y profundos. Que solo son una pequeña muestra de cuan destrozada está la madera por dentro. Me hace pensar en polvo, y en cosas viejas. Me hace pensar en secretos, y algo roto sin remedio. Me hace pensar en España, y en lo que supuso la guerra.

¿Te basaste en alguna historia concreta para montar tu trama sobre la guerra civil?

En nada concreto, y en todas las historias. Pero no en la de los libros, sino en la de las personas. Pensando en cómo debió vivirse la guerra civil en pueblos tan perdidos del resto del país que apenas supieran que el conflicto había empezado.

El aislamiento de un pueblo del resto del mundo es el escenario perfecto para cultivar ideologías. Y la guerra es el contexto idóneo para que todo se desmorone.

Es curioso que gente tan católica acabe pecando contra la iglesia…

La gente más católica es la gente que incuba el germen más peligroso. Son pasionales y fanáticos. Estoy convencido de que serían los más agresivos si llegan a convencerse que ha llegado la hora de revelarse. El fanático religioso es una fuente inagotable de personajes para la literatura. Fuera de los libros...

Ahora que se habla tanto de exhumar las fosas comunes de la guerra civil, es curioso que se encuentren ‘eso’ bajo tierra.

De existir “eso”, solo podría encontrarse debajo de la tierra. Bien profundo. O convertido en ceniza. En caso contrario, España sería otra cosa.Exhumamos historias de las fosas comunes, a la vez que enterramos otras en la memoria de los últimos supervivientes. De cualquier forma, nada bueno puede salir a la luz de aquella época.

De la guerra civil se han hecho dramas, novelas de denuncia, sociales… ¿le toca ahora a la literatura pulp?

No pretendo denunciara nada, solo reivindicar una ficción inspirada en lo nuestro. Si queremos escribir sobre mierda, tenemos toneladas sobre la que hacerla. Y cuando queramos escribir sobre héroes, también lo tenemos y buenos.

Ficción, solo eso. Que realidad ya tenemos suficiente.

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Libro recomendado:

Los agujeros de las termitas

Un thriller urbano diferente, un certero retrato de los bajos fondos. El descubrimiento de la imagen de una Virgen tallada en madera en pleno centro de Madrid es el desencadenante de una sórdida trama relacionada con las altas esferas del ejército y un secreto oculto que se remonta a los tiempos de la Guerra Civil española.

Marta Torres

Periodista en medios escritos y radiofónicos, especializada en antropología urbana, ciencia, tecnología y cine. Fundadora de Bdebarna, una web que reúne a exploradores de la ciudad de Barcelona y que lleva recopiladas más de 2.300 historias sobre la ciudad. Colaboradora en Judexfanzine.net.