publicado el 14 de enero de 2010
Hernán Panessi | Gustavo Leonel Mendoza:
A raíz del documental sobre Narciso Ibáñez Menta, Nadie Inquietó Más, el cinéfilo devenido cineasta Gustavo Leonel Mendoza se ha transformado en uno de los pilares de la ciencia ficción argentina. En esta entrevista exclusiva, Mendoza nos cuenta todo sobre la realización de su película, su trip lisérgico en festivales del mundo, su experiencia en el suelo sudamericano y sus futuras realizaciones. Desde la independencia más absoluta, pasando por la autofinanciación a sangre, hacia el mainstream de la escena, Mendoza demuestra que con ingenio y perseverancia pueden hacerse buenos productos cinematográficos ante las adversidades (económicas y de las otras). Un retrato sobre la nueva escena independiente argentina. Una nota llena de colores y anécdotas de suma trascendencia para el público freak internacional.
¿Cómo se te ocurrió la idea de filmar un documental sobre Narciso Ibáñez Menta?
Comenzó en 1996, cuando estaba estudiando en una escuela de guión, haciendo un documental sobre el cine de terror en Argentina. Gracias al director José Martínez Suárez (actual presidente del Festival de Cine de Mar del Plata), me contacta con el maestro del terror y lo entreviso (por fax). Charlamos amenamente durante 40 minutos. En 1997, lo conozco personalmente en el Festival de Cine de Mar del Plata y lo vuelvo a entrevistar. Un punto álgido en mi vida.
Luego utilizo parte de la primera entrevista a Narciso para el corto documental “Argentina Bizarra”, que trata sobre el cine psicotrónico argentino, narrado por el periodista especializado, Diego Curubeto.
El 15 de mayo de 2004, Ibáñez Menta abandona el cuerpo físico y entro en depresión. Estuve amargado por dos meses y como ya tenía mucho material de archivo y amigos con datos de Narciso, me aboco a crear esta peli, llamada Nadie Inquietó Más. La terminaría recién en enero del 2009, habiendo hecho una presentación, en el Festival Buenos Aires Rojo Sangre en octubre de 2008. Allí ganó como “mejor film iberoamericano”.
¿Cuáles fueron tus pretensiones a la hora de encarar el film?
Como la palabra “pretensión” tiene dos acepciones, te digo la que me gusta más, la de aspiración o propósito (la otra es de vanidad).
Mi propósito, era contar la obra de don Narciso Ibáñez Menta y no tanto su vida, porque no narré sus amores, su economía inestable a causa de sus inversiones en teatro (a diferencia de su hijo Chicho, de tener pasta de empresario), exponiendo sus hitos en ser el pionero en maquillaje en Iberoamérica y en sus grandes actuaciones en cine, teatro y televisión.
Luego armé toda la información en capítulos, para ordenar la magnífica y vasta obra, así como la evolución de su arte. Tuve que cortar bastante, ya que tenía más de 100 horas de material de archivo, 30 horas de entrevistas, miles de fotos y varias horas de audio. ¡Fue algo abrumador! Quedaron (sólo) 105 minutos.
¿Qué tanto disfrutaste el hecho de entrevistar a, por ejemplo, Chicho Ibáñez Serrador para el documental?
Mucho, muchísimo. Cuando tuve el OK de la entrevista (en enero del 2007), estaba en un hostal de Madrid y me largué a llorar cuando Chicho me dice que lo entreviste.
Venía de 2 años, de intentos, ya que él no se encontraba bien de salud y me postergaba siempre el contacto (cuando en el 2005 me dijo que vaya a entrevistarlo y le decía que no tenía un duro para hacerlo, era la verdad…). Soy de Buenos Aires, Argentina, y se dificultaba conseguir el dinero para el viaje, ya que no tuve asistencia de ningún tipo, más que el salario de mi sueldo como empleado telefónico (varios productores me decían que me ayudaban y luego cuando los requería, desaparecían).
Chicho me levantó la película y su presencia la convierte en un objeto de culto. Es medio pretencioso este comentario, más es la verdad. El creador del mítico “1, 2, 3” es uno de los hombres más inteligentes y talentosos que he conocido en mi vida, junto a Narciso. Quisiera que se me pegue un poco el talento de ellos. (Risas)
A Chicho no sólo le pregunté por la vida de su padre, sino que también le consulté por su vida y obra (películas, teatro, televisión, corresponsalía de guerra en Corea, viajes, etc.), pensando en un futuro documental sobre su vida. Ya me dio el visto bueno, junto a su hijo Alejandro. La película se llamará 1, 2, 3, Chicho Ibáñez Serrador.
Otro momento disfrutable de la post entrevista con Chicho, fue el gran ágape con el que nos agasajara, con jamón de jabugo, chorizo colorado, mesa de quesos y vino de reserva de Rioja. Chicho decía como en un texto de algún personaje de sus Historias para no dormir (a su mayordomo): ¡Rogelio, trae otra botella de vino, que estos borrachos ya se la han tomado! (Risas)
Obviando a Narciso, ¿a quién te hubiera gustado tener entre los entrevistados y no pudo ser?
Faltó Alejandro Romay, un importante empresario teatral y televisivo argentino, que fue el hombre que funcionó como un “mecenas”, otorgándole el dinero para sus producciones (fue el presidente del canal televisivo Canal 9), y dándole el teatro “El Nacional”, para su obra preferida teatral La muerte de un viajante.
La familia Romay no me dejó filmar a quién yo quería, también no me dieron permiso de filmar en el teatro “El Nacional”. Por suerte, aparece Romay en un material de archivo, homenaje a los “30 años de Canal 9”. Un hombre divertidísimo en las cámaras y que decían que al único que no le gritaba en su canal de televisión, era a Narciso Ibáñez Menta.
¿Por cuántos festivales viajó tu película?
Nadie Inquietó Más tuvo la suerte de entrar en festivales que eran de temáticas generales (ficción y documentales), como “Marfici” (Mar del Plata, Argentina), “Festival de Video Latinoamericano de Rosario” (Rosario, Argentina), “Festival Internacional de Cortos de Punta del Este” (Punta del Este, Uruguay), “Piriápolis de Película” (Piriápolis, Uruguay), “Festival de Artes Audiovisuales de La Plata” (La Plata, Argentina) y muchas muestras de cine en Buenos Aires.
Estuvo también en varios festivales temáticos de terror, bizarro y fantástico como: “Fantaspoa” (Porto Alegre, Brasil); “Montevideo fantástico” (Montevideo, Uruguay); “Macabro” (DF, México), “Buenos Aires Rojo Sangre” (Buenos Aires, Argentina); “Muestra de cine Fantástico de Toledo” (Toledo, España) y en el de “Sitges” (Barcelona, España).
¿Cómo fue la experiencia en Sitges?
Fue “la” experiencia de mi vida. Siempre fui un “outsider”, siempre trabaje en lo más precario e independiente del cine argentino. Llegar a Sitges era como un cuento de hadas.
Presentar en el cine más antiguo de allí, donde comenzó el festival era demasiado. En el hermosísimo Cine Casino Prado, era una pasada. Tuve también la suerte de tener junto a Nadie Inquietó Más, la compañía del doble programa, con el film Viaje al más allá, de Sebastián D’ Arbó, un catalán que contrató a Narciso en tres films (cuando ya nadie lo llamaba para actuar, eso es valioso).
Además hice contacto con personajes que son leyenda, como Malcolm Mc Dowell, Shinya Tsukamoto, Paul Naschy (en su última aparición pública), Jack Taylor, Gaspar Noé (fanático de Chicho y de Narciso), Clive Barker, etc. Con muchos de ellos pude hablar y pasarles mi film. Agradezco a Mike Hostench, Diego López, David García, Pepa Cordero y a Tony Benages del Cryptshow, ¡gente cojonuda!
¿Cuál es tu postura con respecto al cine fantástico argentino?
Mi postura es de completa militancia. Ya que es mi género preferido y quiero filmar fantástico. Recientemente, aparecí entrevistado en un documental sobre nuestro festival local de “Sitges”, el “Buenos Aires Rojo Sangre”, que es un documental sobre el festival argentino de terror por excelencia (es el más importante y antiguo de Latinoamérica). Allí, están todos los cineastas que luchan codo a codo, para lograr películas de terror, bizarro y ciencia ficción. Lo llaman el “HorrorAR”. Y ya está dando la vuelta al mundo.
¿Crees que se está gestando una movida importante?
Por supuesto. Se está filmando mucho. Las tecnologías al alcance de la mano y las buenas ideas (que es lo que sobra, más que las cámaras y la tecnología), logran buenos productos. Muchas películas se han filmado aquí, para el mercado exterior, ya que es mucho más barato y los profesionales están a la altura de los de los países más desarrollados. Es tiempo de mostrar al mundo la carne (y la sangre), argentina.
Por último, ¿qué es lo próximo que hará Gustavo Leonel Mendoza?
Dicen que lo más difícil de hacer una primer película, es hacer una segunda. Y como ésta es mi vocación, tengo varios proyectos, el más encaminado es un documental sobre el “Citizen Kane” uruguayo. Llamado Francisco Piria.
El creador de la única ciudad en el mundo construida únicamente por un particular, llamada Piriápolis. Un excéntrico millonario que escribió literatura fantástica (el primero en Latinoamérica), supuesto alquimista, vivía en un castillo de líneas templarias, periodista, político, vendedor de tierras, creador del mejor y más grande hotel de Sudamérica de la época y de un licor para el dolor de estómago!
Y como el personaje de Orson Welles, convirtió a esa zona balnearia del Uruguay en una versión europea de “Xanadú”. Se llamará Ciudadano Piria.
El próximo, como decía antes, se llamará 1, 2, 3, Chicho Ibáñez Serrador, que es un homenaje a la vida y obra del creador de La residencia y de ¿Quién puede matar a un niño? Ya tengo el permiso de Chicho y de su hijo Alejandro. Contacté a TVE para obtener ayuda.
Luego iré a la ficción con dos títulos de horror y fantástico.
El primero: El cotolengo de los monstruos, que está basado en una leyenda urbana de Buenos Aires que me contara Natán Solans: En los años treinta, un monje franciscano cuida niños de aspecto monstruoso que fueron abandonados por sus padres aterrados por su aspecto al nacer. Sólo que entre ellos, hay uno que es malvado, una extraña mezcla de hombre, animal e insecto… Los monstruos están encerrados, el malvado escapa y los freaks van a buscarlo porque el inicuo ya está matando a gente bella…
El segundo es un relato que transcurre en un colegio secundario: Una gota de sangre sobre el jumper gris. Época actual, en un colegio de Buenos Aires, dos hermosas chicas lesbianas adolescentes de armas tomar, se enfrentan a un peligroso violador serial y a un ser del mas allá.