publicado el 18 de marzo de 2011
El 17 de marzo será recordado, entre otras cosas, por el fallecimiento de Michael Gough a los 94 años de edad, un secundario que ha vivido por muchas razones entre sombras cinematográficas. Hablan los periódicos en sus esquelas del “mayordomo de Batman”, el papel por el que probablemente sea reconocido por el gran público, ya que actuó en las cuatro primeras películas de Batman (las de Tim Burton y la que vino después) interpretando al fiel Alfred Pennyworth. Sin embargo, un repaso más concienzudo a su carrera nos descubre un filón de películas míticas en su dilatadísima filmografía de más de un centenar de obras, entre las que destaca Drácula de Terence Fisher.
Michael Gough es un actor británico nacido el 23 de noviembre de 1917 en Kuala Lumpur (Malasia) de padres británicos (Frances Atkins y Francis Berkeley Gough). Su carrera cinematográfica empezó en 1946 con un pequeño papel en televisión en Androcles and the Lion. Su primer trabajo en el cine fue en la película Anna Karenina de Julien Duvivier, donde también actuaba Vivien Leigh.
Poco después, se especializó en papeles de secundario en filmes de aventuras -Rob Roy, el gran rebelde (1953) o The Sword and the Rose (1953), Ricardo III (1955) y en trabajos para televisión.
También fue secundario en filmes de horror como Drácula (1958) y El fantasma de la ópera (1962), ambas de Terence Fischer; hizo un papel protagonista en el filme Horrors of the Black Museum (1959) de Arthur Crabtree, a lo que siguió una temporada dedicado a las TV Movies, las series y los filmes de género producidos por Amicus, la competencia de Hammer Films en el Reino Unido, como Dr. Terror's House of Horrors (1965) and They Came From Beyond Space (1967).
A lo largo de esta década trabajó mucho para el el productor Herman Cohen, actuando en filmes como Konga (1961, John Lemont), Garras asesinas (1963, Robert Gordon), El circo del crimen (1967, Jim O'Connolly) y Trog (1970, Freddie Francis).
A finales de los años setenta, volvió a participar en una película de clase A al encarnar un pequeño papel en Los niños del Brasil (1978) de Franklin J. Schaffner , junto a Gregory Peck y Laurence Olivier. También tuvo su papel en Memorias de África (1985) de Sydney Pollack, El cuarto protocolo (1987) de John Mackenzie y La serpiente y el arco iris (1988) de Wes Craven, aunque la mayor parte de los años ochenta los pasó trabajando para la televisión. En 1989, Tim Burton le escogió para interpretar al mayordomo Alfred en Batman (1989) y Batman vuelve (1992), y más tarde le dió el papel de notario Hardenbrook en Sleepy Hollow (1999). También participó prestando su voz en La novia cadáver (2005) y Alicia en el país de las maravillas (2010).
En televisión, es destacable su presencia en la miniserie Retorno a Brideshead (1981) como doctor Grant y en El Doctor Who, junto al primer doctor de la serie, William Hartnell.