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publicado el 4 de julio de 2011

Howard J. Ford y Jonathan Ford ('The Dead')

Diego López |

"Nos atracaron más de diez veces a punta de pistola"

Un buen día, dos treinteañeros nacidos en Surrey (Inglaterra) decidieron embarcarse en una aventura suicida: rodarían una película de zombies al viejo estilo en un pueblo perdido de África. The dead se rodó en poblados situados en el desierto africano, en zonas donde rodar es casi un ejercicio de riesgo. Howard J. Ford y Jonathan Ford se encontraron con enfermedades, robos, cucarachas y algun que otro caníbal verdadero...

¿Cómo surge realizar una película de zombies a la vieja usanza (algo que necesitaba el género desde hacía mucho tiempo) tan cercana a los títulos de antaño de Lucio Fulci o George A. Romero?

H.J.: Desde hace ya veinte años queríamos hacer este tipo de película. Los films de realizadores como Romero o Fulci nos inspiraron mucho. Cuando teníamos once años nos impactaron mucho estas películas de zombies, ¡algunas de ellas las vimos hasta diez veces! Y aquellas primeras películas, como por ejemplo Nueva York bajo el terror de los zombi, son las que realmente se te quedan grabadas. También queríamos rendir un homenaje a todas aquellas películas de zombies de los años setenta y qué mejor que esto. ¡Amamos todos aquellos títulos!


'The dead', debido a su localización (el desierto) y al hecho de que los zombies anden lentos y sean tan viscerales a la hora de atacar, por momentos recuerda a 'Zombie holocausto' (1980) de Marino Girolami o 'Las noches eróticas de los muertos viviente's (1980) de Joe D’Amato. ¿Han sido estos títulos y sus correspondientes directores una influencia para vuestra primera película?

J.F.: Sí, sobre todo una película como Zombie Holocausto. ¡Hemos intentado ver a lo largo de todos estos años todas las películas de zombies que se han realizado! Pero no son los únicos elementos que hay en The dead, también hemos intentando incluir algunos elementos oscuros de otras películas de terror, como por ejemplo Miedo en la ciudad de los muertos vivientes. The dead es una mezcla bizarra de todas aquellas películas que nos gustaban. Nos gustaría que el público pudiera extraer de la película todos aquellos elementos.


Indelible Productions y Latitude Films son las dos productoras inglesas de la película. ¿Pero hay alguna financiación procedente del continente africano? ¿Es quizás 'The dead' una coproducción?

H.J.: The dead no es ninguna coproducción con África. Las dos productoras que mencionas, como bien dices, son inglesas. Y todo el capital es inglés. Con Indelible Productions, mi productora, hemos realizado más de cien anuncios. Con el dinero de la productora y una parte de mi capital personal, decidimos apostar por esta producción invirtiendo todo lo que teníamos en ella. El gobierno sí que nos dio permiso para ir a rodar a África. De este modo, organizamos el viaje en barco para mandar todo para allí, vehículos, equipo, actores, etc.

¿Es la primera película que dirigís?

H.J.: Sí, es mi primera película como director.
J.F.: Y para mi es la primera película como codirector y probablemente la última…

¿No transcurrió bien el rodaje de la película entre los países de Burkina Faso y Ghana?

J.F.: Fue un horror absoluto, más allá de lo que uno pueda imaginarse: nos atracaron más de diez veces a punta de pistola y con cuchillos; debimos sobornar a la policía en más de una ocasión, hasta que acabaron con todo nuestro dinero, algunos días nos impedían llegar al set de rodaje, así que no podíamos rodar; todo el equipo de la película contrajo malaria y el actor principal, Rob Freeman, casi muere; fuimos envenenados en una de las comidas, ¡casi pensamos en grabar nuestras escenas de vómitos!, eso sí que era terrorífico. Aun así, la gente del poblado, todos muy pobres, era muy majos y estaban encantados con participar en una película de zombies… Lástima todo lo ocurrido.

H.J.: Toda la idea de hacer una película de zombies de estas características, también nace con la ilusión de hacer un viaje espiritual hacia el interior de zonas donde nunca se había rodado nada y de llevar al ojo del público zonas interiores del desierto que nunca se habían visto antes ofreciendo de esta manera algo distinto. Nos pasábamos algunos días viajando por montañas y esperamos que el público todo esto lo vea y lo valore.

¿Qué tal el trabajo en el terreno de los FX y el maquillaje con Max Van De Banks y Daniel Rickard en medio del desierto?

H.J.: Tuvimos que llevar todo el material en barco: piernas, cabezas... y, en el transcurso del viaje, se fue derritiendo todo. Cuando desembarcamos, y viendo como estaba el material, tuvimos que grabar rápidamente algunas escenas para aprovechar lo salvable. Queríamos que fuese todo artesanal, nada de ordenadores. De este modo, y debido al imprevisto, Max Van de Banks y Daniel Rickard tuvieron mucho trabajo allí teniendo que fabricar muchas cosas al momento. Fue todo muy difícil a la hora de trabajar, pues también se perdieron las lentillas y en el poblado no había electricidad. La gente venía desde muy lejos para ver el set de rodaje y se reunían alrededor de nosotros. Algunos se asustaban al ver una cabeza y salían corriendo pensando que los íbamos a matar [risas], hasta que entendieron que no iba a ser así. También había gente que creía que todo aquello era “el mal”. Alguna especie de vudú extraño…

J.F.: En un poblado donde rodamos estaba todo lleno de cucarachas. Tuvimos que tapar todo el material e incluso taparnos enteros nosotros. En otro poblado nos dijeron que no tocáramos unos botes que había encima de las casas, pues eran parte de los restos humanos de familiares muertos. Otro de los días tuvimos un intercambio de palabras con un hombre de un poblado que era caníbal. Le contamos, como bien pudimos, lo que estábamos haciendo y le pareció muy curioso el tema de los zombies. Nos dijo que él no comía carne fresca, pero que descompuesta sí…

Tras haber realizado una película de zombies tan lejana de los actuales títulos de dicho género (abandonáis la ciudad para centrar el film en un desierto y cambiáis a los actuales infectados por los zombies lentos de toda la vida), ¿no os encontráis extraños con esta situación? ¿Qué os parecen películas más actuales, completamente diferentes a la vuestra, como [REC] (2007), 28 Semanas después (2007) o La horde (2009)?

J.F.: Son películas estupendas, pero son más bien películas de infectados en vez de zombies. Nosotros, al contrario que estas películas, queríamos trabajar más con el suspense, pues es la herramienta más poderosa. La lentitud, la tensión con la llegada de los zombies... Es lo que buscábamos. Adoro, por ejemplo, un film español como No profanar el sueño de los muertos, es mi segunda película favorita. Es impresionante lo que su director logró crear con unos estupendos zombies en una ciudad como Manchester.

The Dead se proyecta el viernes 8 de julio a las 20:15 horas en el Círcol Catòlic


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