publicado el 17 de abril de 2012
Oscar Aibar ha empezado a dirigir El bosc, una película de género basada en uno de los primeros relatos escritos por Albert Sànchez Piñol, el autor del bestseller de terror La piel fría (2001). El director de Atolladero, Platillos volantes y El Gran Vázquez cambia radicalmente de tercio y se enfrenta a un filme de género más clásico, sin dobles lecturas ni guiños postmodernos, a diferencia de Platillos volantes y Atolladero. La película estará protagonizada por Alex Brendemühl (Heroes), María Molins (Cobardes), Pere Ponce y Tom Sizemore (Salvar al soldado Ryan, Le llamaban Bodhy).
El bosc está producida por Fausto producciones y TV3, siguiendo una fórmula que dio muy buenos resultados con Pa Negre, un filme dirigido por un director de culto (Agustí Villaronga) que adaptava una obra literaria catalana. Aunque en este caso el filme es abiertamente de naturaleza fantástica.
El rodaje ha empezado el lunes 16 de abril en una masía cerca de Vila-Rodona y Arnes (Tarragona) y se prolongará durante seis semanas.
Lo sobrenatural contra lo racional
Aunque se trata de uno de los primeros relatos de Sanchez Piñol, editado un año antes que La piel fría e incluido en el libro Les edats d'or (2001), El Bosc es una historia en la que se adivinan ya todos los elementos que formarán parte del universo de Piñol. Por un lado encontramos uno de sus temas más recurrentes: la lucha de lo natural (el caos y el fantástico) contra lo humano (la civilización y lo racional). Por otro, el miedo ancestral al monstruo (el desconocido y lo diferente), en la contemplación del horror nos vemos todos reflejados.
Cuenta la historia de una familia del Matarraña (Bajo Aragón) que esconde un secreto ancestral que habita en el bosque. Algunas noches del año algunas zonas del interior del bosque brillan con un fulgor sobrenatural que, según la tradición familiar, indican puertas a otro mundo del cual no se puede regresar. La particular dureza del paisaje, de olivos retorcidos y piedras sinuosas que el autor conoce muy bien por ser la tierra de sus antepasados, su lenguaje antiguo con influencias del catalán, el aragonés y el valenciano, y su aislamiento ponen las condiciones ideales para una historia de conflictos humanos antiguos, mitos ancestrales y crueles venganzas donde el elemento fantástico es casi una garantía de supervivencia.
El rodaje se desarrollará durante seis semanas. Cinco semanas en la masía de Can Vinyals (cerca de Vila-Rodona en Tarragona) para rodar los interiores de la masía y el bosque, y una semana en el pueblo de Arnes (Terra Alta-Tarragona) para rodar el pueblo y los exteriores naturales.