Es imposible calcular cuantos cortometrajes se hacen cada año en España, pero sin duda se hacen los suficientes para alimentar una densa red de pequeños y grandes festivales. Sin embargo, solamente llega al gran público una pequeña parte de toda esta producción, por poner un ejemplo, La web de Catalan Films, que ofrece los datos de la producciones audiovisuales catalanas, solamente recoge 13 cortometrajes hechos este año, cuando la cifra real podría multiplicar por 100 este número. La cantera real se encuentra escarbando en pequeños festivales, en dvds autoeditados o incluso en internet.

Ahora será un poco más fácil acceder a este material inédito gracias a un nuevo sello creado por Tema distribuciones. Se llama Avantgarde Spanish Cinema y ha nacido para poner este material “a disposición de todo el mundo”. Son más que palabras, el sello se distribuirá en grandes cadenas de distribución, (FNAC, grandes almacenes) con lo que contribuirá a combatir el principal problema al que se enfrentan los cortometrajes: la falta de mercado. En parte es un problema de percepción. Tendemos a pensar que un cortometraje es una película mutilada, una versión reducida de una producción seria, hecha para aprender, experimentar o rodarse hasta que aparezca el dinero necesario para hacer un largometraje. Sin embargo, hay quien ha hecho del cortometraje un arte en si mismo, empezando por Buñuel (Un perro andaluz) y terminando por Nacho Vigalondo (7.35 de la mañana).

La colección estará formada por seis packs que incluirán además entrevistas y otros materiales. Se han encargado de escogerlos y organizarlos los autores del blog Proyecto Naschy.

Cada pack estará dedicado a unos seis directores e incluirá una muestra de cortos de una media hora de duración por director (tres horas en total), además de un segundo disco de extras.