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publicado el 31 de julio de 2012

El cine se está quedando sin alternativas para conseguir dinero. Al recorte de las subvenciones y a la subida del IVA le sigue un revés para la inversión privada: No habrá desgravaciones con la Ley de Mecenazgo, al menos por ahora.

En declaraciones a Radio Nacional, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José María Lassalle, ha avisado que la nueva Ley de Mecenazgo entrará en el Congreso a finales de año, pero que, por ahora, no incluirá desgravaciones fiscales para fomentar inversiones privadas en la producción de obras culturales o películas, al menos “hasta que se alcance el equilibrio presupuestario”. Resumiendo: hasta que no acabe la crisis, invertir en cine o cultura no desgravará.

Es difícil saber a qué se refería el ministro, puesto que actualmente invertir en fines culturales no lucrativos ya desgrava (un 35% en las donaciones individuales y un 25% en las donaciones de empresas) y la nueva Ley simplemente quería elevar estos porcentajes al 70 y al 60 respectivamente. Probablemente, Lasalle se refería a que la nueva ley no incrementará estos porcentajes y todo seguirá igual que antes, aunque con la actual política de recortes nunca se sabe.

En todo caso, termina aquí el pulso entre los ministerios de Cultura y de Hacienda a favor de ésta última, que siempre se había opuesto a una medida que el sector audiovisual ya daba por aprobada cuando el Partido Popular recortó las ayudas públicas prometiendo a cambio amplias desgravaciones fiscales para los que invierten en cine.

Precisamente ahora, muchas pequeñas producciones (edición de libros, obras de teatro o películas) habían optado por el micromecenazgo o crowdfunding para financiar sus obras y las empresas que se dedican a conseguir fondos confiaban en la nueva ley para dinamizar este modo de financiación que en España y según un estudio de Zohar Consultoría y Marketing social, consigue recaudar de media un 44% del dinero que se propone.

Por otra parte, el ministro echó la culpa en al entrevista a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas del descenso de las ayudas en cultura, ya que aportan más de la mitad de las ayudas y explicó que el Estado debe aportar sus magros presupuestos culturales a mantener “el corazón simbólico” de la cultura española, que asimiló a museos nacionales y puso de ejemplo el Festival de Teatro Clásico de Almagro.

Entrevista en RNE


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