publicado el 12 de junio de 2013
La cuarta jornada de Nocturna tuvo una gran protagonista: I am a Ghost, la película de H.P. Mendoza que competía en la sección de Dark Visions. La cinta nos muestra la monótona vida de un fantasma que aparece atrapado en la casa que fue su hogar y no tiene conciencia de su propia condición. Gracias a una médium, la protagonista se dará cuenta de su situación y empezará a investigar las causas de su muerte.
Julio Vallejo Herán | Con unos medios ínfimos, el director filipino nos sumerge en una extraña película de suspense y terror donde seguimos intrigados los descubrimientos de ese pobre ente que va descubriendo aspectos de su atormentada existencia. En todo momento, solo vemos lo que ocurre en la dimensión de la espectral protagonista. El plano real solo se encuentra presente a través de las voces de la médium, que ejerce como una particular psiquiatra, y de los habitantes vivos del particular caserón.
Deliciosamente artificiosa, el largometraje gana peso a medida que nos adentramos en la psique de la desafortunada protagonista. Sin ser una obra maestra, I am a Ghost pone de manifiesto que se puede realizar un cine de terror distinto con imaginación y escasos recursos. Pese a los buenos comentarios de gran parte de la prensa acreditada, la cinta tuvo que conformarse con el Premio del público.
Interesante fue también Insensibles, la película de Juan Carlos Medina protagonizada por los estupendos Álex Brendemühl y Juan Diego. La obra del realizador hispanofrancés se encuadra dentro de ese interesante subgénero de filmes de la Guerra Civil española que han abordado el conflicto bélico desde perspectivas fantásticas. Más cercano a las obras sobre la contienda realizadas por Guillermo del Toro que a la reciente El bosque, la película peca de exceso de ambición.
El largometraje, ganador del premio a la Mejor Banda Sonora en el certamen madrileño, sigue los pasos de un doctor que descubre que tiene una enfermedad grave después de sufrir un accidente de tráfico. Para salvarse necesita un trasplante que le obligará a investigar en un pasado relacionado con la existencia de unos niños insensibles al dolor que vivieron en los años treinta.
La cinta apasiona cuando se centra en las terribles experiencias de esos críos en un particular hospital, aunque cojea al abordar otros asuntos, como una historia de amor loco o la tormentosa relación del protagonista y su padre adoptivo. No obstante, Insensibles es una ópera prima más que interesante que podría haber dado más de sí.
Dentro de la Sección Oficial Fantástico también pudimos ver Gallowwalkers. El director Andrew Goth nos cuenta la historia de un pistolero que sufre una peculiar maldición: todas las personas a las que mata con su pistola regresan de la muerte para perseguirle. Protagoniza por Wesley Snipes, la película es western con reminiscencias de las cintas de Sergio Leone y elementos fantásticos. Lástima que este particular cóctel provoque la risa involuntaria en más de un momento, el montaje sea vergonzoso y todo evidencie en cierta manera lo que se intuye como un rodaje difícil. Solamente la estupenda banda sonora de Stephen Warbeck, compositor de Shakespeare in Love, se salva de la quema.