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publicado el 27 de mayo de 2014

Nocturna 2014. Día 1: ‘Zero Theorem’, ‘The Station’ y ‘Fractured’


The station

Nocturna. Festival de Cine Fantástico de Madrid comienza su segunda edición con el objetivo de consolidarse dentro de los certámenes de género. Los amantes del séptimo arte esperamos ver alguna joya como Jug Face (Chad Crawford Kinkle, 2013) o I am a Ghost (H.P.Mendoza, 2012), dos de las mejores películas del pasado año.

Julio Vallejo Herán | La primera jornada del certamen de este 2014 no deparó demasiadas sorpresas. La primera cinta proyectada en el festival, The Station, no destacó precisamente por su originalidad. Incluida dentro de la sección Panorama, el filme austríaco de Marvin Kren sigue los pasos de un grupo de investigadores que se encuentra realizando su trabajo en una zona montañosa y nevada. Pronto descubrirán una extraña sustancia roja que convierte a los seres vivos en extraños monstruos con características propias de los insectos. El director no oculta la influencia evidente de La cosa, el clásico de John Carpenter, aunque nunca logre alcanzar el tono asfixiante y terrorífico de esa obra maestra del género. Dentro de este espectáculo poco novedoso, destacan algunas salidas de tono que dan un toque cómico al conjunto, como el personaje de esa ministra de armas tomar que lo mismo se enfrenta a una criatura que opera a un infectado. La prensa bromeó a la salida de la proyección con las posibles semejanzas entre esta mujer, encarnada por la madre del director, y Angela Merkel, la canciller alemana.


Fractured

Pocas risas despertó Fractured, thriller con toques fantásticos que dirige Adam Gierash. La cinta, a competición dentro de la sección Dark Visions, sigue los pasos de un cocinero que trata de averiguar quién fue realmente en el pasado. Con Nueva Orléans como telón de fondo, el realizador norteamericano nos ofrece una particular variante de El corazón del ángel, la algo minusvalorada obra de Alan Parker. El largometraje nunca logra apasionar con su mezcla de cine negro y elementos fantásticos, abusa de manera innecesaria de los momentos sangrientos y no saca partido del espléndido escenario en el que tiene lugar gran parte de la trama. Tampoco ayuda en exceso al resultado final Callum Blue, un actor con demasiado poco carisma para encarnar al protagonista. Solamente la presencia de Vinnie Jones, desaprovechado en su papel de matón, otorga algo de interés a este filme que recuerda estéticamente a las películas de bajo presupuesto de los años ochenta.

Más expectación despertó The Zero Theorem, la nueva película de Terry Gilliam, que fue recibida con discrepancia de opiniones. El genio británico vuelve a ofrecer una nueva distopía, un subgénero que ya abordó en dos de sus trabajos más conocidos y apreciados: Brazil y 12 monos. En esta ocasión nos transporta a un futuro donde reinan las nuevas tecnologías. Allí vive un hombre obsesionado con recibir una llamada que dé sentido a su aburrida existencia mientras intenta averiguar el Teorema Cero al que alude el título de la cinta. Gilliam vuelve a mostrarnos a un personaje ensimismado dentro de un mundo que le tiene como un particular marginado. El director desborda talento visual al plasmar ese mundo colorista y poblado de publicidad intrusiva donde existe la soledad a pesar de contar con múltiples medios para comunicarse. Pat Rushin, guionista del filme, acierta al mostrarnos una particular variante de 1984 en clave casi intimista, pero no sabe desarrollar demasiado correctamente la historia que tiene entre manos. El resultado es una cinta fallida y curiosa donde destaca la interpretación de Christoph Waltz como el apocado personaje principal.

Además de la proyección de largometrajes, Nocturna ofreció un curioso avance de Pos eso, cinta de animación stop-motion de Samuel Ortí Martí. El autor de Vicenta y El ataque de los Kriters asesinos mostró dos secuencias que abrieron el apetito del público. En ellas vemos las peripecias de un niño poseído con bastante mala baba. En las imágenes que pudimos disfrutar destaca un humor bastante gamberro y referencias a filmes como El exorcista, Poltergeist, las películas protagonizadas por Gracita Morales o los programas del corazón que tanto éxito tienen en la televisión española.

Dentro de los cortos destacó Time After Time, la historia de una parejita que se prepara para su primera experiencia sexual después de ver Regreso al futuro en los años ochenta. Pablo Silva González y Peris Romano, directores del pequeño filme, saben mezclar de manera estupenda los viajes en el tiempo con los elementos de comedia en un cóctel nostálgico y divertido.


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