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FICHA TÈCNICA

Strangers: Capítulo 1

The Strangers: Chapter 1

director:

Renny Harlin

año:

2024

nacionalidad:

Estados Unidos

productores:

Fifth Element Productions, Frame Film

estreno en España:

12 de julio de 2024

91 minutos

¿Está Tamara?

Ha llovido desde que Bryan Bertino (The Dark and the Wicked) nos dejó boquiabiertos en 2008 con su espléndido slasher Los extraños, un sorprendente filme que arrojaba luz sobre el tema de los ‘Spree Killers’ o asesinos de paso: es decir, ese tipo de psicópatas nómadas que llega a un lugar desconocido, actúan y continúa su viaje –algo muy en la línea de Malas Tierras de Terrence Malick–. Una propuesta que en su día califiqué de “elegante y terrorífica, dilatada e hipnótica”. Su secuela Los Extraños: cacería nocturna llegó justo una década más tarde de la mano del realizador Johhanes Roberts (A 47 metros), e incidía en el modus operandi de los tres asesinos enmascarados trasladando el campo de batalla a las afueras de un camping de caravanas en mitad de la nada (claramente un guiño a Cristal Lake, de Viernes 13). Una secuela inteligente, de un sadismo épico, que se desplegaba como una fiesta de sangre y confeti, y que revestía su truculencia con música de los ochenta, así como concediéndonos secuencias tan magistrales como la de la piscina-discoteca a ritmo de un tema de Bonnie Tyler. Con estos precedentes tan excitantes y demoledores, había gran expectativa por ver el enfoque de Renny Harlin (La jungla 2, Deep Blue Sea), con guion de Bertino, de esta precuela de título Strangers: Capítulo 1.

Lluís Rueda | De entrada se podía presumir un cambio de escenario, quizá del mundo rural a un entorno urbano, pero pronto nos queda claro que el filme se articula como el prólogo de una nueva saga que contará con tres partes, así que el retorno a la aislada cabaña rural, parece un peaje a pagar. Aceptado el retorno a las “esencias”, nos queda un filme que incide en la temática de la home invasion, y lo hace con una dilatadísima obsesión por el tratamiento poético del dolor y la tortura psicológica, nada a decir. Pero cabe señalar que ni su manejo del suspense, ni la sucesión de situaciones están a la altura. En su sinfonía sostenida del terror todo parece ir a la contra, el arco de los personajes, la renuncia al riesgo o al sentido del humor, la sucesión de tópicos que se agarran a los roles manidos de los redneks del lugar (un pueblecito de Oregón), el bosque ignoto y el sótano plagado de ratas. Apenas nos sacuden dos golpes de efecto, el de la hamburguesa y el del clavo traicionero. Instantes que destacan entre una retahila de lugares comunes que desmerecen la presencia omnipresente de sus icónicos matarifes enmascarados.

Daremos otra oportunidad para ver como evoluciona esta nueva trilogía de esencias resabidas, aunque de momento el cuchillo no resulte lo suficientemente afilado. Esto sí, siempre en el equipo de Bryan Bertino como realizador, asumimos algunos de sus bostezos creaivos y esperamos sus pesadillas más contundentes al margen de la tarea como productor y guionista en esta trilogía alimenticia.


Artículo publicado el 15 de julio de 2024

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